I. DIOS NOS ENSEÑA SOBRE LA AMISTAD

En este cursos veremos que la amistad es un don que Dios nos regaló para que vivamos en paz, armonía y fraternidad con todas las personas que nos rodean. Dios es un padre bueno y generoso, que nos manifiesta su amistad por medio de las personas que nos aman y nos cuidan, y a través de las cosas maravillosas que encontramos a nuestro alrededor.

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TODOS SOMOS ESPECIALES PARA ÉL.

Todos los niños, sin importar nuestro color de piel, nuestra forma de pensar o nuestros gustos y preferencias, somos amigos de Dios, por eso somos importantes para El.

Dios nos manifiesta su amistad a través de otras personas. Por ejemplo, tus padres te aman, te cuidan y protegen como Dios lo hace. Por eso, es tu deber amarlos, respetarlos y obedecerlos.

Además de las personas que nos aman, Dios nos regaló la naturaleza como una demostración de su amistad. Como buenos amigos de Dios es nuestro deber apreciar y cuidar todo lo que recibimos de Él.

LOS PRIMEROS AMIGOS DE DIOS

El amor de Dios es tan inmenso que nos creó a su imagen y semejanza, y nos regaló la naturaleza para que la aprovechemos y la cuidemos. Dios nos dio todo lo que existe para que vivamos felices. Sin embargo, a veces olvidamos su bondad y rompemos la amistad con Él porque lo desobedecemos

Adán y Eva rompen su amistad con Dios (Gn 2,15-20; 3.1-24)

Un día, Dios les dijo a Adán y a Eva: “Pueden comer todos los frutos que ven, menos los frutos del árbol del bien y del mal”.

Cuando Dios terminó su obra, creó a Adán y a Eva, los puso en el Jardín del Edén y les dijo: “la Creación es un regalo para ustedes”.

Pero, ellos olvidaron que siempre debemos confiar en Dios, lo desobedecieron y rompieron su amistad con Él. Entonces, tuvieron que irse del paraíso.

A pesar de esto, Él siempre confía en nosotros y nos habla de su amor infinito por medio de otras personas.

Cada vez que nos alejamos de Dios, Él elige a una persona buena y obediente que nos ayuda a recordar que debemos confiar en la grandeza de su amor.

Noé era un hombre justo. Un día, Dios le pidió que construyera un arca para llevar en ella a su familia y a una pareja de todos los animales que existían.

Después, Dios le pidió a Abraham que dejara su tierra y que viajara hasta la tierra que Él le mostraría. Abraham confió en Dios y cumplió su promesa.

El pueblo de Abraham fue esclavizado por Egipto. Entonces, Dios eligió a Moisés y le pidió que liberara a su pueblo y lo guiara hasta la Tierra Prometida

2. LOS MANDAMIENTOS UN PACTO DE AMISTAD

Dios nos entregó, por medio de Moisés, las normas de vida que nos enseñan cómo debemos comportarnos para mantener nuestra amistad con Él. Estas normas son los mandamientos.

Los israelitas vivían en Egipto como esclavos. Un día, cansados de su sufrimiento, le pidieron a Dios que los liberara. (EX 20.1-17)

Dios encomendó a Moisés la misión de liberar a su pueblo y de guiarlo, a través del desierto, hasta la Tierra Prometida

Luego, Dios hizo una alianza con su pueblo y le entregó los siguientes mandamientos:

1. Amar a Dios sobre todas las cosas.

2. No jurar su santo nombre en vano.

3. Santificar las fiestas.

4. Honrar a padre y madre.

5. No matar.

6. No cometer actos impuros.

7. No robar.

8. No levantar falsos testimonios ni mentir.

9. No tener pensamientos impuros.

10. No codiciar los bienes ajenos

3. María es Madre y Amiga

Luego de que los hombres se alejaron de Dios él decidió enviar a su Hijo Jesús para enseñarnos a vivir como hermanos. Para ello, lo primero que debía hacer era elegir a sus papás y para esto, primero eligió a sus abuelos.

Antes de continuar, Dialoguemos:

• ¿De quiénes recibimos nosotros un cariño especial?

• ¿Qué mujer es muy importante en la vida de la Iglesia? ¿Por qué?

• ¿Qué cosas importantes se dice de la Virgen María? (Santa, llena de gracia, no tiene pecado, es la Inmaculada).

• ¿En qué lugar se encuentra ahora la Virgen María?

• ¿De quién se fió totalmente la Virgen María?

• ¿Qué oración se suele rezar a la Virgen María?

Aprendamos cosas sobre nuestra madre del Cielo

San Joaquín y Santa Ana ya eran ancianos y habían perdido la esperanza de tener hijos, pero Dios les eligió para ser los padres de María.

San Joaquín y Santa Ana sabían que María era un regalo muy especial de Dios y cuando era pequeña, la presentaron en el Templo.

María vivía en el pueblo de Nazaret con sus padres y se prometió en matrimonio con un joven carpintero llamado José.

Un día, María, recibió la visita del ángel Gabriel, enviado por Dios, que la dijo que iba a tener a Jesús, el Hijo de Dios. También le dijo que su prima Isabel, que ya era muy mayor, estaba esperando un bebé.

María se fue a visitar a su prima Isabel, para ayudarla a preparar la llegada de su bebé, que sería Juan el Bautista.

Cuando nació Juan, María volvió a Nazaret y se casó con José. Y cuando ya faltaba poco para que Jesús naciera, el emperador Augusto publicó un decreto en el que ordenaba que todos los hombres tenían que apuntarse en el censo en el lugar donde hubieran nacido… y José era de un pueblecito llamado Belén, así que, tuvieron que viajar hasta Belén.

Y en Belén, nació Jesús, en una cueva que era un establo donde los pastores metían a sus rebaños. María le envolvió en pañales y le acostó en el pesebre. Guardó los regalos que los Magos de Oriente llevaron a Jesús: Oro, incienso y mirra.

Un ángel le avisó a José de que el rey Herodes el Grande quería matar a Jesús y huyeran a Egipto. Cuando el rey Herodes murió, José, María y Jesús, volvieron a Nazaret.

Cuando Jesús cumplió 12 años, fue con sus padres a Jerusalén a celebrar la fiesta de la Pascua por primera vez. Cuando llegó el momento de regresar, Jesús se separó de sus padres y se quedó en Jerusalén. Cuando María y José se dieron cuenta de que Jesús no iba con ellos, volvieron corriendo a Jerusalén y estuvieron buscándole durante tres días. Al final, y después del susto que les dio, le encontraron en el Templo, enseñando a los sacerdotes y a los maestros de la ley. Luego, volvió con sus padres a Nazaret, donde aprendió el oficio de carpintero de José.

María fue la que animó a Jesús para que hiciera su primer milagro en las bodas de Caná, convirtiendo el agua en vino. También estuvo presente en la Última Cena, cuando Jesús nos dio el Mandamiento del Amor y celebró la Eucaristía por primera vez.

Acompañó a Jesús por el camino que le llevaba hasta el Gólgota. Estando en la cruz, Jesús le dijo a San Juan que cuidase de su madre, y, desde entonces, María también es nuestra madre. Estuvo junto a Jesús al pie de la cruz hasta que su hijo murió y luego recogió su cuerpo cuando le bajaron para llevarle al sepulcro.

Y estaba en el cenáculo, el lugar donde Jesús celebró la Última Cena, rezando junto a los apóstoles, cuando Jesús les envió el Espíritu Santo, el día de Pentecostés.

Cuando María murió, Jesús bajó a recoger su cuerpo, pues no quería que se descompusiera, y se la llevó con Él al cielo.

Para demostrarle nuestro amor a nuestra madre del cielo, hoy nosotros rezamos el Ángelus, el Ave María, la Salve y el Santo Rosario.

MARÍA ES MUY IMPORTANTE PARA LOS CRISTIANOS:

Es Madre de Dios. De Ella nace Jesús.
Es nuestra Madre.
Es una amiga que siempre nos lleva a Jesús.
Es la que no tiene pecado. Dios hizo que ella naciera sin pecado original.
Es nuestro modelo y ejemplo.

Vamos a ver una serie de videos sobre la virgen para repasar lo que hemos aprendido:

4. JESÚS NOS ENSEÑA SOBRE LA AMISTAD

A los treinta años, Jesús abandonó la ciudad de Nazaret, pues debía cumplir su misión: enseñarnos que Dios es un Padre bueno y misericordioso.

En esta misión como ya sabemos Jesús llama a sus primeros amigos, los apóstoles y ellos como buenos amigos creyeron en Él y lo siguieron.

Jesús les dio autoridad para anunciar su Palabra, les enseñó a conocer a Dios y los educó en la vida, el amor y la unidad. Juntos formaron una comunidad de amistad.

Un día, Jesús paseaba a orillas de un lago y se fijó en dos pescadores que eran hermanos. Los dos hermanos se llamaban Simón y Andrés. Jesús los llamó diciéndoles: “¡Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres!” Ellos dejaron la barca y fueron con Jesús.

Después llamó a otros dos que también estaban en la barca, lavando las redes. Jesús les dijo: “¡Vengan conmigo!” Eran Juan y Santiago. También ellos dejaron la barca y se fueron con Jesús.

Después de estos 4, Jesús siguió llamando a más hombres, en total a 12, para que fueran sus amigos y le ayudaran a anunciar el amor de Dios a todas las personas.

Dos se llamaban Simón,

Dos Judas y dos Santiago,

Y ya van seis que he nombrado.

Andrés, Juan y Felipe son tres más,

Y doce, con Bartolomé, Mateo y Tomás.

Jesús nos enseña, con su mensaje y sus acciones, que todas las personas somos sus amigos y que como amigos suyos debemos de ser buenos, solidarios, justos y generosos con todas las personas.

Jesús nos habla de Dios Padre (LC 5,11-32)

Jesús nos dijo que Dios es nuestro Padre y quiere que lo llamemos así porque nos ama infinitamente, por eso nos regaló el precioso don de la vida. Jesús, nos enseñó, por medio de las parábolas, que Dios es un Padre amoroso, justo y bondadoso, que se preocupa cuando nos alejamos de Él y se alegra cuando nos encuentra.

LAS PARÁBOLAS

Para hablar de Dios a la gente, Jesús se inventó unas historietas: las parábolas. Eran como unos cuentecitos que explicaban lo mucho que nos ama Dios a todos.

La casa sobre la roca: Algunas personas saben mucho sobre Jesús y ponen sus enseñanzas en práctica. Jesús dijo que esas personas eran muy sabias. Dijo que se parecían a un hombre sabio que hizo su casa en la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos pero la casa no se derrumbó porque estaba construida sobre la roca. Hay otras personas que también saben mucho acerca de Jesús pero no ponen en práctica sus enseñanzas en su vida. Jesús dijo que eran muy tontos. Dijo que se parecían a un hombre que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y la casa se derrumbó porque estaba construida sobre la arena.

De eso se trata esta parábola, de ser sabios y construir nuestra vida sobre Cristo que es un amigo fuerte que no nos abandona nunca.

La oveja perdida: esta parábola nos enseña que Dios nos busca cada vez que nos alejamos de Él

El amigo inoportuno: Un día Jesús le estaba enseñando a sus discípulos a orar. Él dijo: "Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y a medianoche va y le dice: 'Amigo, préstame tres panes, pues se me ha presentado un amigo recién llegado de viaje, y no tengo nada que ofrecerle.' Y el que está adentro le contesta: 'No me molestes. Ya está cerrada la puerta, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme a darte nada'. Les digo que, aunque no se levante a darle pan por ser amigo suyo, sí se levantará por su impertinencia y le dará cuanto necesite". Entonces Jesús les dijo: "Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre".

Jesús estaba tratando de hacer que sus discípulos entendieran, y desea que nosotros entendamos también que tenemos que pedir antes de recibir, que tenemos que buscar a Dios antes de que le encontremos, que tenemos que tocar antes de Dios abra la puerta.

Jesús confiaba en Dios Padre y hablaba con Él. Un día sus apóstoles le dijeron:

—“Señor, enséñanos a orar”.

Jesús les dijo:

—Cuando oren, digan:

“Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la Tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén”.

Finalmente, les dijo: “Pidan y Dios les dará; busquen y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre”. Lucas 11,1-10 (adaptación)

Jesús nos enseñó la oración del Padrenuestro para mostrarnos que Dios es un Padre bueno, generoso y misericordioso.

Jesús en el Padrenuestro nos enseñó la importancia de PEDIR PERDÓN y PERDONAR.

y para insistir a sus discípulos que Dios es un Padre que siempre nos perdona, les contó un día la parábola del hijo pródigo. Lee la parábola, mira el video y luego ordena y colorea las viñetas:

La Parábola del hijo prodigo:

Un hombre tenía dos hijos, y el más joven le dijo a su padre: “Dame la parte de la herencia que me corresponde”.

El padre repartió la herencia. Entonces, el hijo menor se marchó, malgastó su herencia y comenzó a pasar necesidades.

Luego, arrepentido, decidió regresar a casa y pedir perdón. Su padre sintió compasión de él y lo recibió con abrazos y besos.

De la misma manera, Dios es un Padre bueno, que se entristece cuando nos separamos de Él, y se alegra cuando regresamos a su lado.

5. JESÚS DA LA VIDA POR SUS AMIGOS

DOMINGO DE RAMOS

Jesús y sus amigos fueron a Jerusalén para celebrar las fiestas de Pascua. Mucha gente también iba a Jerusalén y, por eso, se hacían largas colas para entrar en la ciudad. Cuando llegó Jesús, la gente lo reconoció y comenzó a gritar: “¡Hossana! ¡Gloria a Dios! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” Cogieron palmas y ramas de olivo y las agitaban con fuerza para que Jesús los viera y los saludara.

JUEVES SANTO

Jesús pidió a sus amigos que preparasen una cena porque iba a ser la última. Antes de cenar, Jesús tomó una toalla y una pana llena de agua. Se acercó a cada uno de sus amigos, cansados de tanto andar, y les lavó los pies. Lo hizo para que ellos aprendieran que debían cuidarse unos a otros.

Después, cuando se sentaron a la mesa, Jesús les anunció que uno de ellos lo iba a traicionar. Se refería a Judas Iscariote. ¡Uno de sus mejores amigos lo iba a entregar para que lo mataran sus enemigos! Jesús anunció también que Pedro iba a tener mucho miedo esa noche y por eso iba a negar que le conocía.

Luego Jesús tomó pan, y se lo dio a sus amigos,

Jesús se quedó para siempre con nosotros en la Eucaristía. Ahora, con mi profe y con todos los niños del salón vamos a la capilla, nos arrodillamos ante el sagrario ye recitamos juntos esta oración:

Jesusito de mi vida, eres niño como yo por eso te quiero tanto y te doy mi corazón. Tómalo, tómalo, tuyo es, mío no.

Luego nos quedamos un ratito en silencio y terminamos pidiéndole a Jesús lo que queramos pedirle.

Después de cenar, Jesús se fue con sus amigos al huerto de los olivos, para rezar. Tenía mucho miedo porque sabía que lo iban a matar.

Después de rezar, llegó Judas con los soldados, para arrestar a Jesús. Para que supieran cuál de ellos era Jesús, Judas le dio un beso. Eso puso muy triste a Jesús, porque un beso es un gesto de cariño.

LA MADRUGADA DEL JUEVES AL VIERNES

Después del arresto de Jesús, por miedo a que lo agarraran también, el apóstol Pedro negó que le conocía. Cuando por tercera vez dijo: “¡Yo no conozco a ese hombre!”, se oyó la voz de un animal. En aquel momento, Pedro recordó lo que Jesús le había dicho durante la cena: “Pedro, hoy negarás por tres veces que me conoces”, y se puso a llorar muy triste.

VIERNES SANTO

Los amigos de Jesús sabían que era inocente, pero no pudieron hacer nada por salvarlo. Poncio Pilato, el gobernador romano, lo condenó a morir en la cruz. Le cargaron la cruz sobre las espaldas y subió hasta el monte donde debía ser crucificado. Allí murió Jesús, por amor a todos. Luego lo bajaron de la cruz y lo enterraron en un sepulcro excavado en una roca.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Al tercer día, unas mujeres fueron al sepulcro donde lo habían enterrado. La piedra que tapaba la entrada estaba movida, y Jesús no estaba dentro. Vieron aparecer un ángel que les dijo: “Jesús no está aquí. ¡Ha resucitado!”

La alegría y la luz que nos trae Jesús resucitado la representamos en la Iglesia encendiendo el CIRIO PASCUAL, un cirio grande que nos recuerda que Jesús está vivo PARA SIEMPRE, que él es la luz que ilumina nuestro camino.

6. Los amigos de Jesús formamos la Iglesia

Todos los amigos de Jesús del mundo entero tenemos una familia. En realidad, más de una… Nuestro Padre Dios nos la ha regalado, como también nos regala todos los días un montón de cosas: la comida, el vestido, los amigos, los juguetes…

¿Y quiénes son mi familia? Mamá, papá, mis hermanitos, mi abuelos, etc. ¿Nos queremos mucho en nuestra familia? Vamos a darle un gran besote a mamá y a papá, que cuando terminemos esta tarde el colegio estaremos con ellos.

También Jesús tuvo una familia; eran: Jesús, María (que también nos dijo que sería nuestra madre del cielo) y José.

Los amigos de Jesús también forman una familia, que se llama iglesia. Pero no sólo es la Iglesia que nosotros vemos, hecha de ladrillos, de cemento, con una gran cruz. LA IGLESIA ES UNA GRAN FAMILIA DONDE TODOS NOS QUEREMOS Y NOS AYUDAMOS. Todos nosotros aquí reunidos formamos la Iglesia.

¿Te gusta hacer rompecabezas? Los rompecabezas pueden ser muy divertidos. Las piezas vienen de diferentes colores, formas y tamaños. Si miras a una pieza del rompecabezas, no podrás tener idea del cuadro final, ¿no es así? No, las piezas no son muy importantes si están solas, pero cuando se unen, muestran el cuadro final.

Este rompecabezas nos enseña una lección importante sobre la iglesia. La iglesia está formada por muchos miembros. Al igual que las piezas de este rompecabezas, los miembros de una iglesia son de diferentes tamaños, formas y colores. Jesús mismo oró para que la iglesia pudiera ser una en la cual el mundo pudiera ver el amor de Dios en nosotros. Tú y yo somos parte del cuadro. Jesús desea que nos amemos, nos ayudemos y sirvamos los unos a los otros. Cuando hacemos eso, llegamos a ser uno, tal como Jesús oró para que así fuéramos, y cuando somos uno, el mundo puede ver el amor de Dios en nosotros.

Desgraciadamente, al igual que en ocasiones nos es difícil poner las piezas del rompecabezas, los miembros individuales de la iglesia pueden tener dificultad para ser uno en otros. Podemos escuchar a personas de la iglesia decir cosas como: “No me gustan las canciones que cantamos” o “El padre predica muy largo”. Cuando decimos cosas como esas y nos concentramos en nuestros gustos y disgustos, no estamos siendo uno. Venimos a ser como las piezas individuales de un rompecabezas. El mundo no puede ver el amor de Dios en nosotros, no puede ver el cuadro completo.

Si alguna vez te concentras en ti en lugar de estar unido a los otros en la Iglesia, recuerda que Jesús oró para que todos seamos uno. Cuando somos uno, unidos por el amor de Cristo, el mundo podrá ver el amor de Dios a través de nosotros.

6. HACER EL BIEN COMO JESÚS

Jesús, antes de subir al cielo, encargó a sus amigos que hicieran lo mismo que Él había hecho: hablar del amor de Dios a todos los hombres, ayudar, perdonar, curar, acompañar… es decir, hacer el bien. Todos los cristianos estamos llamados a vivir como vivió Jesús.

Los santos son personas que, en su vida, han logrado parecerse a Jesús, amando y haciendo el bien a todos. Te presento aquí algunos de esos santos, que nos pueden ayudar a descubrir cómo amar a Dios y a los demás. Porque TODOS ESTAMOS LLAMADOS A SER SANTOS, también los amigos:

San Francisco de Asís, el amigo de todos, de los aniamles, las plantas, las estrellas y todas las cosas creadas.

Santa Clara, la amiga de Francisco.

ALBERTA QUERÍA SER AMIGA DE JESÚS

¿Recuerdas la historia de M. Alberta? ¿No te la sabes? Sea como sea, aquí la vamos a contar. ¿Preparado?

Albertita Giménez nació en Mallorca (España) el 6 de agosto de 1837. Al día siguiente la bautizaron, y ella estaba tan feliz de formar parte de la familia de Jesús, que siempre celebró como si fuera su cumpleaños el día 7 de agosto. Sus papás, Alberto y Apolonia, cuidaron con esmero su educación, y le pusieron un profesor particular llamado Francisco. Alberta tuvo un hermanito llamado Saturnino, dos años menor que ella. Se querían y se lo pasaban muy bien jugando juntos. Alberta iba creciendo, era muy estudiosa y responsable, y llegó a sacarse el título de maestra.

Pasaron los años, y Alberta y Francisco se enamoraron y decidieron casarse y formar una familia. Dios los bendijo con 4 hijos, pero los 3 primeros murieron, y sólo el pequeño Albertito sobrevivió. Tiempo después, también Francisco murió, y Alberta se quedó sola con su pequeño. Estaba muy triste, pero aun así siguió confiando en Dios. Ella amaba mucho a Dios, y Dios a ella.

Un día recibió una visita de parte del señor obispo, pidiéndole que se hiciera cargo de un colegio en ruinas: el colegio de la Pureza. Ella dijo que sí, y el 23 de abril de 1870 llegó al colegio para renovarlo. Aunque no tenía muchos medios, tenía a Dios y a la Virgen, y eso le bastaba.

Unos años más tarde, junto con un grupito de maestras, decidió entregar su vida a Dios y formar una comunidad religiosa: comienza así la Congregación de Religiosas Pureza de María. Alberta pasó a llamarse Madre Alberta. Todos la querían muchísimo, y sus alumnas la llamaban cariñosamente “la Madre”.

Murió el día 21 de diciembre de 1922.

7. LA AMISTAD UN TESORO QUE DEBEMOS CUIDAR

Desde que nacemos convivimos con otras personas. Estas personas son nuestros padres y hermanos, los profesores y los compañeros del colegio, y los vecinos del barrio.

Cuando estas personas nos brindan su afecto y compañía, nace un hermoso sentimiento al que llamamos amistad. La amistad es sinónimo de amor.

Los amigos son las personas que nos respetan, nos cuidan y nos aceptan con nuestras debilidades y fortalezas. La amistad es un regalo maravilloso de Dios.

Los verdaderos amigos nos ayudan desinteresadamente, nos escuchan, nos acompañan en los momentos difíciles y se preocupan por nuestro bienestar, reconocen todo lo bueno que tenemos. Un buen amigo nunca hará algo que nos lastime.

CUANDO LA AMISTAD SE ROMPE…

Todos los niños somos seres únicos, por eso, tenemos cualidades que nos hacen especiales nos diferencian de nuestros amigos. En ocasiones, estas diferencias generan conflictos y, aunque los amigos deben ser incondicionales, la amistad se rompe. Sin embargo, si existe arrepentimiento y perdón, todo se puede solucionar.

LA AMISTAD A PRUEBA DE TODO…

Los verdaderos amigos son incondicionales, es decir, que a pesar de las dificultades o de los problemas siempre podemos contar con ellos. Una palabra o un consejo serán el mejor remedio ante una adversidad.

Tú eres un ser humano único y diferente, pero tus amigos también lo son, por eso es normal que, en ocasiones, se presenten los conflictos. Un conflicto ocurre cuando dos o más personas no están de acuerdo en algo.

Los conflictos ponen a prueba nuestra amistad con los demás, pues pueden romperla o, por el contrario, hacerla más fuerte. El conflicto es una oportunidad para crecer porque nos enseña a conocernos y a conocer a los demás

Vamos a crear todos juntos nuestro gran baile de la amistad y para ello

Vamos a traer una fotografía de cada uno de nosotros.
Cuando las tengamos, cada niño pega la suya en una hoja de color y decora sus bordes.
Luego de estar todas las hojas preparadas las profe las recoge y luego las coloca sobre los pupitres dejando al lado de cada una, unos colores o marcadores.
Al ritmo de la canción “Jesús es mi amigo” vamos bailando alrededor de los pupitres cuando se haga silencio todos pararemos y escribiremos algo bonito que tiene el dueño de la hoja que tengo más cerca. Repetiremos esto hasta que nos indique la profe.
Al finalizar tomo mi hoja y leo lo que me han escrito y me doy cuenta que soy un tesoro para los demás y entre todos hacemos un mural en el salón.