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Tienes a continuación una conversación. Léela con atención y luego redacta tú mismo las definiciones de las palabras ROJAS en negrilla. Lo necesitarás para comprender el tema.

Cf. www.arzobispadodelima.org

 

RAFA: Padre, la última vez que hablamos, veíamos que al hombre le es connatural la religión. Si es así, ¿por qué hay hombres que no creen en Dios?

 

PADRE CARLOS: Hombres que no creen en Dios, en un comienzo, fueron minoría. Ahora, el ateísmo es masivo. Pero, la razón de su no creencia es adoptada en su experiencia de vida. Quiero decir que no es natural, sino producida por algo externo que lo lleva al ateísmo.

 

RAFA: Explíqueme un poco más, padre: no termino de entender.

 

PADRE CARLOS: Mira, en realidad, a todo hombre le es connatural la religión: cree en la existencia de un ser superior a sí mismo y que está por encima de todo lo que pueden ver nuestros ojos o palpar nuestras manos; es decir, intuye que ese ser superior (al que llama Dios) trasciende a todo lo demás. No olvides que el deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios. Pero, a lo largo de su vida, puede pasar por experiencias que lo lleven, equivocadamente, a negar la existencia de ese ser divino.

 

RAFA: ¿Qué tipo de experiencias, padre?

 

PADRE CARLOS: El crecer en un ambiente no favorable para el desarrollo religioso de nuestro ser; las experiencias de dolor, propias y ajenas, que llevan al espíritu a la rebeldía contra Dios y a su posterior negación; el vivir afanados por las riquezas y el placer, que nos hace caer, a la larga, en el olvido de Dios (ateísmo práctico); el mal ejemplo de vida que damos algunos malos cristianos; la soberbia del hombre que cree sólo en símismo y aspira a construir una sociedad con sus solas fuerzas (humanismo ateo); las ideologías materialistas que se difunden en el mundo universitario (ateísmo teórico).

 

RAFA: ¿Me dice usted que el hombre siempre ha creído en Dios; y sólo una minoría fue, al comienzo, atea?.

 

PADRE CARLOS: Sí; si lees un poco sobre la prehistoria y la historia, te darás cuenta que el hombre siempre ha creído en Dios. Se han encontrado vestigios de ritos fúnebres en hombres prehistóricos. Y, en la historia, tenemos por ejemplo a la cultura egipcia, con sus creencias en la vida eterna y en el juicio después de la muerte; los persas, en la pureza de la vida para alcanzar salvación; los griegos y romanos con sus innumerables dioses; etc., etc. La minoría atea la encontramos, en los comienzos de la Antigüedad, en algunos filósofos griegos.

 

RAFA: Veo que el hombre siempre ha buscado a Dios. Aunque sé de algunos que, haciendo uso de su sola inteligencia, han concluido que Dios existe. ¿Es eso posible? ¿Llegar a creer en la existencia de Dios, sólo mediante la razón? ¿O se hace necesaria la Revelación?

 

PADRE CARLOS: Te respondo con el Catecismo: “Mediante la razón natural , el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar con sus propias fuerzas, el de la Revelación divina. Por una decisión enteramente libre Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableció desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo y al Espíritu Santo”. (CEC 50)

 

RAFA: ¿Y, cuándo se reveló Dios?

 

PADRE CARLOS: Lo hizo por etapas. Primero se manifestó DIRECTAMENTE, mediante hechos y palabras, es la REVELACIÓN DIVINA: Se dio a conocer, en primer lugar, a nuestros primeros padres, Adán y Eva, es la Revelación PRIMITIVA; después de la caída por el pecado original, no los abandonó sino que les prometió la salvación; más adelante, con la revelación JUDÍA, se comunicó con el pueblo judío: ofreció una alianza con Noé (de no destruir a la humanidad a pesar de sus pecados). Luego, con Abrahán, selló también una alianza: le prometió una tierra y una descendencia (refiriéndose veladamente al Mesías).

Abrahán formó al pueblo de Israel, con quien realizó lo que se llama la Antigua Alianza, la realizada sobre el monte Sinaí, con Moisés, luego de la liberación de Egipto. Preparó a este pueblo, por medio de los profetas, para recibir al Salvador de la humanidad: Jesucristo, Hijo de Dios enviado por el Padre, quien reveló plenamente el mensaje divino. Con Él realizó la Nueva y definitiva Alianza, en el monte Calvario. Es la revelación CRISTIANA y que se nos dirige a TODOS los hombres. Esta historia se llama HISTORIA DE LA SALVACIÓN porque nos narra los acontecimientos que se realizan para la salvación del hombre

                                

RAFA: Y, en definitiva, ¿qué fue lo que Dios reveló al hombre?

 

PADRE CARLOS: Que ha sido creado para conocer a Dios, amarlo, y servirlo en este mundo, encontrando en ello su felicidad; y para gozar de su compañía, eternamente, en el cielo.

 

RAFA: ¿Y dónde se encuentra esa revelación de Dios?, ¿en la Biblia?

 

PADRE CARLOS: En la Biblia y en la Tradición Apostólica, ya que en ambas encontramos la Palabra de Dios, que es la Revelación divina. Así, la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios transmitida por escrito, y consta en los libros inspirados por Dios que forman la Biblia.

La Tradición Apostólica es la revelación divina encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y transmitida íntegra de viva voz a la Iglesia.

 

RAFA: ¿Existe en la Biblia alguna referencia a la Tradición Apostólica?

 

PADRE CARLOS: Claro que sí. Lee Juan 21, 25. Allí dice: “Hay además muchas otras cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran”. Y San Pablo dice en su segunda carta a los Tesalonicenses, capítulo 2, versículo 15: “Hermanos, manténganse firmes guardando fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra y por carta”. En realidad, te cuento que en la época de los Apóstoles, la Iglesia vivía de la Tradición, aún no se habían completado los libros del Nuevo Testamento. Dicho de otro modo, primero fue la Tradición, Palabra de Dios transmitida oralmente; luego vino el Nuevo Testamento, Palabra de Dios escrita.

 

RAFA: ¿Y dónde se encuentra la Tradición Apostólica, actualmente?

 

PADRE CARLOS: En la vida de la Iglesia, desarrollada siempre a la luz de las verdades reveladas enseñadas por el Magisterio de la Iglesia; en la Liturgia, que durante siglos ha sido vehículo de transmisión de las verdades que animan la fe de los cristianos y le llevan a dar culto a Dios; en los escritos de los santos Padres, discípulos de los Apóstoles; y en los de otros, que fueron a su vez, discípulos de los discípulos…; en los escritos de los Teólogos que han interpretado fielmente la Sagrada Escritura y aportado un mejor entendimiento de la misma.

 

Hay quienes no aceptan la Tradición Apostólica y, es más, prefieren interpretar la Biblia según les guía el Espíritu Santo. Son los protestantes o las “iglesias” que provienen de ellos. 

 

RAFA: ¿Y cómo hacemos nosotros?

 

PADRE CARLOS: Nosotros confiamos en el Magisterio de la Iglesia, que es la misión que Cristo ha confiado a los Apóstoles y sus sucesores para que con la autoridad del mismo y en su nombre, propongan y conserven la verdad revelada. Es así como el Papa y los Obispos en comunión con él custodian, interpretan, profesan y predican a todo el mundo la Revelación de Dios.

 

RAFA: ¿Es por eso que en todos los países, en la Iglesia  Católica se enseña y cree lo mismo?

 

PADRE CARLOS: En efecto. Existe unidad de fe en la Iglesia Católica, debido al Magisterio eclesiástico.

 

RAFA: ¿Y qué pasa si alguien no conoce la religión católica? ¿Qué pasa si nadie le ha hablado de Dios? ¿No pueden creer?

 

PADRE CARLOS: No; Dios sabe que muchas veces los hombres no tienen la suerte que tenemos tú y yo de conocer la verdad, entonces lo que hace es dale la posibilidad al hombre de conocerle por medio de su razón al observar las cosas creadas y al preguntarse por el sentido profundo de su vida.

 

RAFA: Explíqueme mejor

 

PADRE CARLOS: Bien. Cuando tu vas por la vida y te encuentras con un paisaje precioso, cuando ves la belleza y el milagro de un nacimiento, cuando analizar que todo tú eres una obra perfecta, imposible que no te preguntes quién lo hico pues sabes de sobra que tu no lograrías eso. Muchas personas que desconocen la verdad de la fe sólo si piensan un poco pueden llegar a afirmar que DIOS EXISTE. Por otro lado, muchas personas que se declaraban ateas, cuando han profundizado en la ciencia no han tenido otra posibilidad de reconocer que en verdad Dios sí existe. !Claro, tienen que ser humildes y reconocer su error!. Parece evidente esto de creer en Dios pero se hace necesaria la fe que es don de Dios. Imagino que muchas veces has tenido la experiencia de estar frente a alguien que no entiende cosas evidentes o es tan testarudo que no acepta lo obvio... paciencia. Creer en Dios es un regalo que no todos están en la capacidad de recibir. Ruega mucho por ti para que tu fe crezca y ruega por todos para que la tengamos fuerte y viva.

 

RAFA: Muy bien; gracias, padre. Volveré otro día a seguir conversando con usted.

 

PADRE CARLOS: Cuando gustes. Aquí estaré para servirte.

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